Llevo ya poco más de dos meses en México, como se habrán podido dar cuenta no he escrito nada desde que me fui de Salamanca hace casi cuatro meses y tenia pensado no volverlo a hacer, al menos en este blog, pero depuse me acordé de la inútil publicidad que intenté darle y creo que aquí al menos tengo 2 o 3 seguidores de los cuales me leerán al menos punto tres de ellos y eso cuando su ocio sea demasiado.
Hoy acabo de decidir reinaugurar este espacio aunque ya no sea que pete esté de baturro, pero creo que siempre es útil un espacio con una extraña relación de publico privado, porque cuando se escribe un post se piensa en que alguien lo va a leer cosa que no es necesaria al menos en mi blog, pero a fin de cuentas se encuentra en un espacio perfectamente público al que se puede tener acceso desde cualquier celular o teléfono móvil como dirían mis estimados baturros, pero siempre en cada post existe un cierto aire nostálgico de intimidad.
Quizá sea eso lo que estoy buscando en este momento, un espacio publico/privado de total intimidad y de total exposición, es como tirar una botella al mar con un mensaje lleno de confidencias, cualquier náufrago o marinero podrá encontrársela, o quizá solo regrese a nuestra playa de anhelos y deseos. Creo que el hecho de saber que alguien o alguienes en algún momento lo van a leer y no te vas a enterar tiene el efecto de un psicólogo o algo así, digamos que la reflexión individual no tiene la liberación o la no se que, que tiene el hecho de exponerse y publicarlo.
Pues me auto doy la bienvenida, espero que los lectores no me dejen con la mano extendida como quizá alguno hace poco hizo, pero sería bueno saber que la botella es descubierta en alguna playa.
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1 comentario:
Uhu! Yo no había perdido la esperanza. Aviso: la botella llegó sana y salva jaja
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