Antes que otra cosa debo pedir una disculpa a todos los que siguen este blog aunque sea de vez en cuando porque ya llevo mucho tiempo de no escribir, la razón es muy sencilla, el post de primera salida en Salamanca tuvo mucho éxito y pues quería mantener el nivel de los post, hacerlos chistosos, de aventuras simpaticonas, pero he decidido darle un giro al blog y hacerlo mucho más coloquial y de experiencias de la vida diaria, tratando claro de que esto no lo haga en algo aburrido.
Lo que hoy les voy a platicar es sobre “el rastro”, mejor conocido como “el mercadillo” (algunos de ustedes conocen mi aberración a las terminaciones “illo”, “illa”, pero que le puedo hacer, así le dicen y pues ni modo), que no es más que un simil a nuestro tradicional tianguis o mercado sobre ruedas.
Hay algunas diferencias, algunas muy notorias como que no hay verduras y frutas y estas cosas que abundan en nuestros tianguis, obviamente tampoco hay garnacha, lo único que venden de comida son pollos rostizados.
Lo más chistoso es el descaro con el que se manejan los que atienden, es como una tierra sin ley en cuanto esta el mercadillo (nuevamente mi hígado se queja), los que venden son gitanos y inmigrantes africanos y musulmanes.
Se llegan a ver descaros como el que se muestra en la foto “Perfumes recién robados por 5 € “, los tendederos gitanos son los más hábiles para llamar la atención, cuando llegué me acordé mucho de mi amigo el duende en mi despedida que decía que en el avión los pilotos iban a decir: “AAAAAYYYYY Señoreee ee ee ee e pasajeeeeieeiiiiiiieeeroooooo” (emulando a un cantaor) porque aquí literalmente así es como llaman a la gente a comprar “AAAAAAAYYYYYYYYY tooououououououdoooo aaaaaaaaaaaa treeeeiieeeiiii euroooouoooo”, para continuar pegando de gritos a los clientes “¡¡¡¡no me roben, no me roben, soy pobre y necesito dinero, no me roben!!!! Al que me robe le hago pagar, a ver señora no me robe, no me robe”
El punto es que aquello es un escándalo, la mayor parte de lo que venden es ropa de saldos de tiendas o de segunda mano, ahí fui a comprar todo lo que se necesita para el frio, bufanda, gorrito, guantes y algo que aquí le llaman braga (no, no son calzones) que es algo así como una dona de tela polar para cubrir el cuello.
Ahora si pete está listo para salir a temperaturas infrahumanas en busca de chicuelas, aventuras y a estudiar.
1 comentario:
minimo son honestos en cuanto a los robos
Lo que no me desepcionaste fue que en México y en el mundo Pete compra pirata o lo que es lo mismo en tianguis
Pete no cambio jajajaja
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